El mercado de la alimentación refrigerada está en crecimiento a nivel mundial. Las medidas de contención de la pandemia de la COVID-19 han incidido directamente en un cambio de hábitos de consumo. Según el estudio del mercado llevado a cabo por Brand Essence Market Research Company los productos alimentarios, especialmente los que se suministran a temperatura controlada, están viendo incrementada su demanda, el sector evoluciona a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 3,92%.
Entre los factores que explican esta tendencia no solo se encuentra la influencia de las medidas de contención de la pandemia, sino también la urbanización de zonas rurales en puntos del planeta tan poblados como la India. Esta realidad está repercutiendo en la aparición de nuevos comercios minoristas que se incorporan a la cadena de suministro, y que además disponen de equipos para la conservación de los alimentos refrigerados.
El valor añadido de los productos alimentarios se prevé que crezca del 8% actual a un 35% al final de 2025. Los consumidores no solo buscan la comodidad de preparación en estos alimentos, sino también alternativas saludables, orgánicas y de calidad que supongan un ahorro.
En este cambio de tendencia en los hábitos de consumo, que es ya una realidad consolidada, influyen también aspectos como la mayor conciencia respecto al desperdicio de comida y la sostenibilidad. Además, se trata de una transformación que difícilmente se podría explicar si no contempláramos la influencia del comercio electrónico: la venta online de alimentación fresca y comidas preparadas ha crecido exponencialmente en el último año.
Adaptarse para mantener la competitividad
La cadena de suministro de alimentación refrigerada es un ecosistema en evolución y, por tanto, los agentes que forman parte de ella, tanto fabricantes, distribuidores, como minoristas, necesitan adaptarse para mantenerse competitivos y dar respuestas adecuadas a las nuevas exigencias del sector, la seguridad alimentaria es lo fundamental.
Fuente: Interempresas